lunes, 9 de junio de 2008

La tormenta

Mi vida continúa en constantes fluctuaciones. Los pensamientosse abarrotan en mí, y la mezcla de todo termina dañando el caparazón.
Hay algunas actitudes avergonzantes. Y no cambian. Años intentando cortarle al menos una cabeza al mounstro de las mil.
Necesito autocontrol o la noche va a consumirme y dejarme solo.
Muchas veces hace eso. Porque esoty solo para mí. Me quema.
Las cosas que antes me divertían se han vuelto un fuego que no para de expandirse y arrasa todo lo que toca.
Aún de pie, voy a intentar mearlo antes de que me coma entero.

1 comentario:

JP Lima dijo...

Hará falta mucha orina para apagar tanto fuego... y tu vejiga tiene mucho aguante!