Conclusiones

Se está cerrando quizás, mi primer etapa en tierras españolas.
La universidad se acabó aqui. También a terminado mi estadía en Madrid. Han concluido los problemas de un hombre sin morada. La calle ya no se ve como un peligro permanente. Ha terminado mi beca en "La Razón".
Todas han sido experiencias, con su lado positivo y sus cuestiones negativas.
El próximo viernes 14 de marzo parto a Barcelona una semana para luego viajar junto a mi hermano Matias hacía Vitoria, a juntarnos nuevamente los tres hermanos, como hace seis años no se da.
Eso me pone muy contento.
Quizás una de las cosas que más triste me pone se debe a Begoña. Hermosa asturiana, tan niña como mujer, a la que la belleza no se le da por una cuestión cuantitativa sino cualitativa. En los últimos tres o cuatro meses ha sido mi apoyo, mi busqueda y mi compañía. Resulta triste saber que no va a estar tan cerca como durante este tiempo. Triste porque el contexto se dedica a complicarnos eternamente.
La conocí en un bar, "Oasis", sin pensar que con una borrachera que me ayudo a tomar coraje (gracias Juanjo por regalarme aquellos tragos esa noche), iba a concoer una de las personas mas especiales que jamás hubiese imaginado.
Pasaron noches de sidra asturiana, de pelis malas, de viajes imaginarios, de muchas risas, cosquillas y grandes dosis de comida, pero nosotros seguiremos. De eso estoy seguro.
Me pregunte muchas veces el porque me enganchaba con una mujer justo aqui, dando vueltas por el mundo, sin rumbo fijo, con la posibilidad de el desenfreno constante (que chulito, me diría ella). Cual John Cusack en "Alta Fidelidad", me canse de tanta fantasía. Hoy en día me canso de todo menos de ella.