Los meses pasan y yo no escribo. Ni filmo. Ni hago nada.
Simplemente lo veo pasar.
Hay días en que duele y otros que simplemente ni me doy cuenta.
Algunas veces vuelve el deseo insensato de dejar una huella fuerte, de ser inmortal.
Lastimosamente, lo que antes era moneda corriente, con el correr del tiempo solo se ha convertido en esporádicos empujes, arrebatos irracionales.
Antes de que me de cuenta, estos quizas decaigan hasta ser lo mas bajo que se puede ser hoy en día: UNA PERSONA COMÚN.
martes, 28 de abril de 2009
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